El mito del Grial o del Santo Grial es esencialmente una aventura iniciática, la de la búsqueda de un extraño objeto de propiedades maravillosas por parte de un joven caballero, casto e ingenuo, que, tras un primer fracaso, empeña su vida en esa quimérica persecución. Buscando este objeto se le fue la vida al Rey Arturo, se hizo viejo y se casó con una mujer que después lo traiciono con su mejor amigo.
Señor lector (espero que halla alguno), en la sociedad moderna hombres y mujeres, gays y lesbianas y de ahi en adelante todos los demas (no los nombro que si no no acabaria nunca); los solteros nos enfrentamos todos los días a la busqueda del Santo Grial.
Hombres y mujeres todos los días ponen su vida en riesgo, son tan valientes que se enfrentan a la peor prueba de todos los tiempos una primera cita. Todos los días hombres y mujeres besan sapos esperando encontrar el amor. ¿será que en los tiempos modernos correremos la suerte de Arturo? ó ¿será que algun día encontraremos nuestro Santo Grial?
En estos tiempos en los que hasta el mismo Dios lo podemos encontrar en una vitrina; en estos tiempos en los que el mundo de lo tascendente de diluye, en los que amor parece desaparecer muchos siguen arriesgandose a salir a la calle en buscalo. ¿tanto miedo le tenemos a vernos al espejo y ver que estamos solos?
Señor lector, en estos tiempos en los que muchos proclaman a grito herido la muerte de dios, de los partidos politicos, de la virginidad despues de los 16 ¿por qué no nos dejamos de tontadas y declaramos la muerte del amor?; con eso evitamos defraudarnos con cada ruptura amorosa, con cada desastroza y primera cita. ¿por qué no comprendemos que el amor es como el santo grial una invención para distraernos el ratico que dura la vida?
Que horror, al releer estas líneas me pongó a pensar. Si no nos hubieramos inventado el amor no tendriamos de que hablar en las tardes en las cafeterias; no tendriamos excusa para llorar porque alguien te regalo una flor.Horror de horrores, creo que debemos creer en el santo grial porque de pronto y la esquiva suerte nos lo permite encontrarnoslo en la esquina.
