viernes, 26 de diciembre de 2008

De las recurrencias y los tres cerditos

En estos días pensando en las relaciones amorosas, en lo que pueden llegar a ser éxitos ó fracasos en el amor he descubierto algo que podría ser muy peligroso y aterrador; por más que tratamos siempre repetimos los mismos patrones; sé que es como descubrir que el agua moja, pero ¿Qué tan consientes somos del peligro que corremos al seguir patrones? En mi caso particular, siempre me fijo en seres emocionalmente inaccesible que me cambian por alguien más; por lo que al final rompiendo mi corazón.

Haciendo un pequeño rastreo entre mis amigos, mis conocidos y otros he encontrado que la gran mayoría seguimos patrones amorosos que en la mayoría de los casos son un peligro para la salud; pues establecemos relaciones sádicas en las que el otro es quien nos golpea, pero nosotros somos los sádicos por tratar de atarnos al tipo de personas que nos destrozan la vida. Todos somos el lobo feroz de los tres cerditos, vamos corriendo detrás de los mismos animalitos que terminan cocinándonos vivos.

Cuando éramos pequeños nos contaban la historia de tres cerditos que eran hermanitos que Vivian en una granja, pero un día se aburrieron de su corral y decidieron irse al bosque; allí construyeron sus casas. Lo que ellos no sabían es que el lobo los seguía, los vigilaba y estaba atento a sus movimientos. El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar. El mediano construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dio prisa para irse a jugar con él.


El lobo salió detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero el lobo sopló y sopló y la casita de paja derrumbó. El lobo persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de su hermano mediano. Pero el lobo sopló y sopló y la casita de madera derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí. Si mi estimado lector, los patrones en la vida amorosa es como los intentos del lobo por derrumbar las casas de los cerditos; intentos por entrar en la vida de otro al que amamos.

Sin aliento llegaron a la casa del hermano mayor. Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. El lobo se puso a dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar. Con una escalera larguísima trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el cerdito mayor puso al fuego una olla con agua. El lobo comilón descendió por el interior de la chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó.

Cuando tienes 5 años crees que los héroes de la historia son los cerditos, pero cuando ya tienes algo de experiencia en el amor descubrirás que el héroe de la historia es el lobo, quien al buscar el amor y tratar de sobrevivir a sus patrones encontró una olla de agua caliente donde murió.